Llevo cierto tiempo observando ciertos comportamientos por parte de algún fotógrafo, que trata al resto de forma despectiva, yendo de altivo y pisoteando a los demás con comentarios tales como «¿a que yo soy ahora el mejor fotógrafo de Cádiz?».
El asunto es que no me insulta a mí, válgame Dios, si yo lo que hago es «tirar fotos», pero faltar el respeto a compañeros, cuyo lema es el compañerismo, el buen rollo y el aprender unos de otros, perdona… pero no.
Ahora es muy fácil hacer fotos, con las cámaras digitales. A ti te daba yo una cámara con un carrete. A ver, que hacías.
Tengo la suerte de pertenecer a un grupo de fotógrafos que compartimos nuestras fotos. No hace mucho vi un audiovisual de diapositivas, realizada por uno de ellos, y «chatín», tú no le llegas a él ni a la suela de los zapatos. Ese señor, sí que es un Maestro. Pero de los de verdad.
Es muy fácil hacer fotos a oscuras, esperando a que otro compañero, haya pedido permiso y tú te cueles, por la cara, aprovechándote de la gestión que ha hecho ese compañero.
Es muy fácil hacer fotos buscándote un «palmero» (que te toca las palmitas) que te cuele en sitios como la Macarena. Te cuento una anécdota. El año 2019, tenía la posibilidad de hacer fotos a La Macarena, pero tuve que decir que no, porque mis hijos tenían apenas dos meses. ¿Y sabes por qué me dieron esa oportunidad?. Porque tenía una trayectoria de muchos años haciendo fotos. Aún así, todavía no sabes ni para que medio pido yo mi credencial para la Semana Santa, aún habiéndome presentado a tí, como director de un medio digital.
Sé que este artículo acrecentará mucho más tu ego, pero me da igual. Yo siempre seré fiel a mis compañeros, y me alegraré siempre de sus logros. Y jamás pondré en duda las decisiones de fotógrafos profesionales, queriendo que metan una foto propia en una exposición. Eso es de ser chulo, fantasma y prepotente. Aprende del desaparecido tristemente, D. Paco Sanz, del que tú dices que aprendiste. ¿Perdona?. Aprende de su comportamiento ejemplar, y siendo admirado por el resto del colectivo de fotógrafos, que lo extraña por el cariño que se ganó entre todos nosotros en su vida.
Ahí queó (que es lo que escuchas últimamente «miarma»)